lunes, 2 de mayo de 2011

¡Somos Libres en Cristo Jesús!

Jesucristo al morir en nuestro lugar en la cruz del calvario, nos desencadeno de la esclavitud del pecado, de la Ley y de las garras de Satanás.
Una vez que somos libres a través del Espíritu Santo al aceptar a Cristo como Salvador personal, no podemos volver a ser condenados por los mismos delitos, puesto que Cristo ya compro esa libertad con su preciada sangre y ese fue el pago total por nuestros pecados que nos esclavizaban.
Hay dos aspectos importantes de la libertad que Cristo nos da por medio de su muerte en la cruz:
1. Quedamos libres del castigo o condenación eterna (infierno):
El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. (Juan 3:18)
2. Quedamos libres del poder del pecado:
En cuanto a su muerte, murió al pecado una vez y para siempre; en cuanto a su vida, vive para Dios. (Romanos 6:10)
La libertad que nos da la Redención de Jesucristo nos ayuda a que nuestra naturaleza pecaminosa, los preceptos que exigía la Ley y la esclavitud de Satanás ya no tengan dominio sobre nuestras vidas.
Para que puedas entenderlo mejor:
1. La naturaleza pecaminosa es aquella que es parte de nuestro ser y es aquella que nos hace ir en contra de Dios y la que nos separa de Dios. La tenemos desde que nacemos.
Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron. (Romanos 5:12)
2. No solo porque La Ley ya no tenga dominio sobre nosotros, no significa que no sea importante para nuestras vidas. La Ley es sumamente importante para poder tener una vida en santidad.
Dios dio la Ley de Moisés por 3 razones:
·      Para mostrarle al hombre lo que es el pecado y para que se alejase de el. Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado. (Romanos 3:20)
·      Para que tuviéramos control de nuestra naturaleza pecaminoso
·      Para no confiarnos en nuestros propios esfuerzos
·      Para llevar al creyente a Jesucristo, y por medio del Espíritu obtener su conocimiento.   Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos sujetos al guía. (Gálatas 3:24-25)          
3. La Resurrección de Jesucristo demostró ser la destrucción final de Satanás y su dominio sobre nosotros, puesto que fuimos crucificados con Cristo y resucitados con Él; su victoria sobre el Diablo y sus demonios es también nuestra victoria. El Maligno a perdido para siempre el derecho legal de tocarnos.
Conclusión:
Jesús por medio de su sangre y su resurrección nos liberó para siempre de las imposibles demandas de la Ley, nos saco del mercado de esclavos del pecado y nos despojo de la autoridad que tenia Satanás sobre nosotros.
Él nos ha liberado de la tiranía de nuestra naturaleza pecaminosa, al darnos un nuevo nacimiento espiritual por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros y nos llena de su poder.
Dios Te Bendiga!!

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